domingo, 1 de mayo de 2011

La extraña naturaleza del Ballet

Quizá luego de haber empezado danza clásica, hayas notado que fue mucho más difícil de lo que la imaginabas, que hubo cierta subestimación de tu parte en cuanto a su realización. Y de seguro, no habrás sido el/la único/a. Incluso, para el ojo de un tercero que nunca practicó esta danza, no es extraño que éste siempre reste un alto porcentaje de dificultad en lo que hacen los bailarines. ¿Acaso alguna vez ellos se pusieron a hacer un “en dehors”, o a hacer un balance y mantenerse firmes sin moverse?

No es culpa del espectador el no apreciar al cien por ciento lo difícil del ballet. Acaso puede ser que aquella danza que se supo ganar el respeto de todos los bailarines por su extremada dificultad, sea irónicamente la responsable de demostrar en ciertas ocasiones, lo inverso frente a los ojos de aquel que no la practica. En otras palabras, que el ballet sea percibido con una dificultad muchísimo menor por aquel que lo está viendo.